Puntear: Las siguientes escalas y arpegios se basan en patrones de 48 notas y la división de este número en sus denominadores comunes 2, 3, 4 y 6, lo cual permite que cada patrón se pueda tocar en corcheas, tresillos, semicorcheas y seisillos, como se ve a continuación. Lógicamente, se puede reducir cada ejercicio a un patrón de sólo 12 notas, con 6 en la subida y 6 en la bajada. Observa los símbolos que indican la acentuación del último tiempo en cada compás.
Corcheas = 2 notas por tiempo por 3 tiempos por 8 compases = 48 notas |
Tresillos = 3 notas por tiempo X 4 tiempos X 4 compases = 48 notas |
Semicorcheas = 4 notas por tiempo X 3 tiempos X 4 compases = 48 notas |
Seisillos = 6 notas por tiempo X 4 tiempos X 2 compases = 48 notas |
Con este arreglo, lo interesante es tocar los siguientes patrones en tresillos y semicorcheas. Para ayudarte en el marcaje de los dos ritmos, puedes acentuar el último tiempo de cada compás (en su primera nota). Para ello, se puede pulsar con más fuerza y seguir con una pausa brevísima, buscando un efecto rubato. Los patrones son completamente sistemáticos y puedes centrarte sólo en el ritmo, ya que la bajada comienza en el tercer compás tanto en tresillos como en semicorcheas. Todos los patrones se pueden tocar al revés; es decir, bajando y luego subiendo.
Diatónica: No hay que limitar este patrón a la misma escala diatónica. Si cambiamos Do por Do sostenido, la escala sería Re mayor, y si no empleamos ni sostenidos ni bemoles sería Do mayor, etc.
Diatónica con ligados: Al igual que en el patrón anterior, se puede alterar las notas de la escala.
Blues/Pentatónica: Puede aplicarse este patrón a las demás «cajas» subiendo el diapasón.
Cromática: Se puede empezar en casi cualquier traste a lo largo de la sexta cuerda.
Disminuida Séptima: Se puede emplear ligados cuando hay tres notas en una misma cuerda (las tres primeras, por ejemplo). La bajada se puede comenzar desde más arriba en el diapasón.
Quinta bemol en la octava: En los tiempos primero, quinto y séptimo se ven las tres posiciones de la mano izquierda que corresponden a las cuerdas pulsadas. Se puede pulsar p-p-i. Igual que en el ejercicio anterior, se puede efectuar la bajada desde más arriba.
Ya te habrás dado cuenta de lo fácil que es aplicar estas ideas a otros patrones o a sus variaciones. Sólo hay que tocar cualquier patrón interesante en semicorcheas o tresillos sobre un ritmo de tres o cuatro tiempos respectivamente, cambiando de sentido en el tercer compás. Puede que haga falta comenzar la bajada con la siguiente nota del patrón para crear el bucle.
Picar: Los siguientes ejercicios sirven para desarrollar el picado, sobre todo el paso de los dedos a otra cuerda.
Los ejercicios 1 y 2 sirven para centrar toda la atención en la mano derecha. En el ejercicio 1, se toca corcheas en cada cuerda apagada, alternando siempre los dedos índice y medio y repitiendo la idea en bucle. Hay que tocar en todo momento alternando los dedos en pulsación apoyada y manteniendo el pulgar en uno de los bordones. Se puede empezar el ejercicio tocando i-m o m-i. Observa la diferencia que hay entre empezar el ejercicio i-m y empezar m-i, y que en la bajada resulta mucho más incómodo pasar a una cuerda más grave con el dedo medio (tocar apoyando siempre). En unos momentos determinados, ambos dedos deben estar apoyados en la misma cuerda. Cuando te sale bien de las dos formas (i-m y m-i), pasa a los tresillos en el ejercicio 2. Si el ejercicio 3 resulta difícil, es que debes volver a los ejercicios 1 y 2 y estudiar las pulsaciones ayoyadas.
Ejercicios 1 y 2
Para el ejercicio 3, comienza con el dedo índice y observa que en la subida es siempre el dedo medio el que pasa a otra cuerda y que en la bajada es siempre el índice. Ahora comienza el ejercicio con el dedo medio. Esta forma de pulsación seguramente te resultará más incómoda, sobre todo en la bajada, donde es muy importante aprovechar la pulsación apoyada. Aunque normalmente evitamos esta forma de pulsación incómoda, la verdad es que en muchas falsetas no hay más remedio que picar de esta forma, aunque sea sólo durante unas notas. El resto de los ejercicios a continuación están diseñados para trabajar las dos formas de pulsación (i-m y m-i) y resaltan la distinta colocación de los dedos en las cuerdas, según una forma y otra. Recuerda que hay que mantener el pulgar en uno de los bordones.
Ejercicio 3
La bajada es especialmente difícil cuando se utiliza la pulsación incómoda. El ejercicio 4 repite la misma pulsación (i-m o m-i) en cada ciclo nuevo, y el ejercicio 5 alterna las dos formas.
Ejercicio 4 |
Ejercicio 5 |
El ejecicio 6 coloca el patrón sobre distintos juegos de cuerdas. Se puede repetir cada compás en bucle para ensayar sobre unas cuerdas determinadas.
Ejercicio 6
El ejercicio 7 reparte en semicorcheas el mismo patrón de 12 notas (4×3=12, 3×4=12).
Ejercicio 7
El ejercicio 8 es una variación en la que se baja un tono de escala en cada tiempo impar.
Ejercicio 8
En todos estos ejercicios, se puede modificar los tonos para obtener otras escalas. Con Fa sostenido, la escala sería Sol mayor (granaínas), y con Si bemol sería Fa mayor (por medio), etc.